jueves, 28 de enero de 2016

Santuario - Edith Wharton



Edith Wharton es una magnífica escritora psicológica. Leyéndola, puede dar la impresión de que el argumento de la historia es el realidad el trasfondo, y que el verdadero objeto de la novela es la vida interior de sus personajes, sus motivaciones, sus ideas, su moralidad. Y a mí este tipo de literatura me gusta mucho, esa que explora el interior de los personajes.

De Edith Wharton me he leído varias novelas y, aunque no todas me han gustado tanto como La edad de la inocencia, siempre he sentido que tenían mucho que aportar. Recuerdo ahora mismo un club de lectura - en el que tuve la suerte de participar - donde leímos La solterona y fue algo apoteósico. Cómo de un libro tan corto pudimos desentrañar tanto y comprender tanto a los personajes es algo que no me explico. Y es que Edith Wharton es muy sutil, pero muy certera. Y a poco que uno esté atento puede sacarle mucho jugo a sus historias. Es cierto que Santuario está escrita en los orígenes de lo que llegaría a ser Edith Wharton como escritora, y también creo que no es la novela que yo recomendaría como primera incursión en esta autora, pero he de decir que resulta muy interesante su lectura porque uno puede ver qué le interesaba/preocupaba a la autora en esa época. La base central donde se construye Santuario es sobre si el comportamiento moral de un hombre depende más de su herencia genética o de su educación.

Kate Orme, personaje del que Edith Wharton hace de la novela su análisis psicológico, descubre que su prometido ha cometido una injusticia, con unas consecuencias terribles, sólo para su propio beneficio económico y personal. Kate, una joven de clase alta, habiendo sido criada en una burbuja y ajena a cualquier tipo de problema mundano, no es tan débil como nos podría parecer una persona a la que han protegido tan en exceso, y demuestra unos altos valores morales. Su vida matrimonial es irrelevante para la historia, y de hecho Edith Wharton no menciona ningún dato de su vida de casada. A los siete años de casada se convierte en viuda y así pasamos a la segunda parte de la historia y, quizás, la más importante, porque es aquí donde se plantea cuánto de nuestra genética y cuánto de nuestra educación influye en nuestras decisiones. Kate Orme, creyendo que su hijo llevaba en la sangre los vicios de su padre, dedica su vida a la educación de su hijo y a la vigilancia de su moral. Y he aquí que ante este chico, ya convertido en un joven arquitecto, se le aparece una importante oportunidad de la que depende en buena medida su nueva carrera profesional. Su madre, siempre atenta al comportamiento de su hijo, vive pendiente y en un sinvivir de la decisión de su hijo, decisión de la que dependerá su éxito profesional. Si incurre en un engaño y gana el proyecto - tendría un mayor peso su herencia genética - o bien si se comporta de una forma respetable, tal como espera, con gran incertidumbre, su madre. Y así nosotros, porque hasta la última página no sabremos cual será el vencedor de esta lucha entre lo que está bien y lo que no lo está.

Santuario es una novela muy interesante. Quizás no sea de las mejores novelas de la autora, pero tiene también mucho que decirnos. No es una novela para los que gusten de mucho movimiento, eso es cierto, porque Santuario es más bien una novela de introspección, pero para los que gusten de este tipo de literatura Santuario es una buena opción.

Y para ver qué solución le da Wharton finalmente a ese dilema no hay cosa mejor que leerlo :)